viernes, 28 de noviembre de 2008

Regalemos Libros... Sobre Todo a los Niños!!

Cuando un niño no lee, la imaginación desaparece... 

Impactante Campaña.......

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Via: BebesyMás

sábado, 22 de noviembre de 2008

Cómo Divertir a los Más Pequeños


¿Te quedaste sin ideas para distraer a tu pequeño en las tardes? 

Podéis tomar prestadas algunas ideas de aquí (lo siento, está en ingles pero "una imagen vale más que mil palabras")

miércoles, 19 de noviembre de 2008

martes, 18 de noviembre de 2008

Los niños y el derecho a la verdad

“Todo ser humano tiene la misma capacidad de comprensión desde el día de su concepción hasta el día de su muerte” dijo hace muchos años la pediatra y psicoanalista francesa Francoise Dolto. La comprensión no tiene que ser demostrada con una respuesta verbal. Que los niños pequeños no puedan utilizar el lenguaje verbal, no significa que no lo comprendan.

Verdad externa

¿Por qué es necesario hablarles? Porque la verdad concreta dicha con palabras organiza el entendimiento de los niños y construye la estructura emocional sostenida por la lógica. Las palabras con sentido lógico son mediadoras entre los niños y el mundo.  A diferencia de las personas grandes, ellos no cuentan con el concepto abstracto de tiempo y espacio, por lo tanto las situaciones más banales tienen que ser anunciadas una y otra vez antes de que sucedan. Incluso a los niños un poco más grandes los podemos ayudar con referencias puntuales, por ejemplo “antes de comer va a suceder tal cosa, cuando vuelva papá de trabajar haremos tal otra”.

Tomemos como ejemplo la comunicación entre adultos: Si mi pareja me anuncia: “esta noche regreso a las tres de la mañana”, me está informando sobre algo puntual, pero no es suficiente explicación lógica para mí, entonces no acepto que regrese tan tarde a casa porque no es costumbre dentro de nuestros acuerdos matrimoniales. En cambio si me especifica: “esta noche volveré a las tres de la mañana porque participaré en una cena de empresarios prevista para comenzar a medianoche”, cuento con suficiente información para organizar mi entendimiento, aunque no sea agradable para mí. Fundamentalmente comprendo de qué se trata.

Es vital comunicar a los niños la verdad exterior con lujo de detalles, tratando de percibir el mundo desde los ojos de ese niño, porque cada momento es infinito, cada sensación es eterna. La magia de las palabras logra acercar el mundo sutil del niño pequeño y el mundo concreto de los adultos. Usemos las palabras, ya que traducen lo que pasa.

Las madres permanecemos muchas horas a solas con los bebés. Es el período ideal para hablar previniendo a los bebés sobre todo lo que va a acontecer, por ejemplo: “ahora te voy a cambiar los pañales, tal vez sientas frío”, “vamos a salir a pasear y tengo que abrigarte”, o “vamos a ir juntos al supermercado, allí hay ruido, luces fuertes y demasiada gente”. Cada suceso por más banal que parezca, al ser anunciado, lo predispone y le otorga confianza hacia lo que va a acontecer.

De esta manera las palabras con sentido lógico del adulto se convierten en mediadores entre el mundo externo y el interno. Hablar con los niños es sencillo, es igual que hablar con otro adulto.

Verdad interna.

El amor es el centro de nuestra vida. Y la verdad es el eje de la comunicación. De hecho “hablar con el corazón” es contar la verdad interior. La verdad interior transmite lo que me pasa, lo que siento, lo que deseo, lo que temo.

Si somos capaces de mirarnos dentro sin prejuicios, si nos conectamos sencillamente con lo que nos sucede y si no lo valoramos como bueno o malo, entonces estaremos relacionándonos con nuestra verdad interior, que es la expresión del alma. Los adultos necesitamos comprender nuestros sentimientos para  amigamos con lo que nos pasa y atravesar cada situación con mayor entendimiento.

Del mismo modo, los bebés y niños pequeños fusionados en la emoción de la madre, podrán comprender, organizar sus sensaciones y acompañar los sentimientos de su madre si saben de qué se trata. Esto es posible cuando la madre nombra lo que le pasa. Decir la verdad, toda la verdad del corazón, es hacerse cargo de lo propio para liberar al bebé de su angustia y su permanente obligación de manifestar lo que la madre siente pero todavía no ha expresado.

Por ejemplo: Termina la baja maternal de una mujer quien debe regresar al trabajo. Organiza correctamente el cuidado de su bebé de tres meses. La noche previa al comienzo de su jornada laboral, el bebé sufre un espasmo respiratorio... ¿Acaso ha sido un acontecimiento imprevisible? No, es tan frecuente como la falta de reconocimiento de la angustia que provoca en una madre el hecho de dejar a su bebé tan pequeño durante tantas horas. El bebé siente la misma angustia y se hace cargo de manifestarla. 

En este caso ¿qué significaría decir la verdad?: Decir la verdad al bebé es reconocer antes que nada esta situación ambivalente: “necesito o deseo trabajar, pero también me angustia y me atemoriza dejarte al cuidado de otra persona “.  O bien, “Quiero irme pero también sufro por dejarte”. Reconocer lo que nos pasa y comunicar lo que nos pasa, le permite al bebé comprender y organizar lo que nos sucede a ambos. De lo contrario el bebé se hace cargo de comunicarlo, él realiza la angustia a través de la manifestación del síntoma.

En otras palabras, el bebé nos obliga a conectarnos con la verdad, porque de lo contrario la materializa, la “expresa” en el plano físico, o en otras palabras: somatiza.

Facilitar los vínculos

Puede resultarnos una pesada tarea estar dando explicaciones a los niños permanentemente, sin embargo resulta facilitador para los vínculos. Poco a poco convierte a los niños en seres que acompañan  con fluidez las decisiones y necesidades de los padres porque le encuentran sentido. Con el correr del tiempo las explicaciones serán  más cortas y precisas ya que el niño incorpora conceptos de tiempo y espacio. El bebé necesita cada día la palabra de la madre que medie en la ausencia o ante cada situación nueva. En cambio un niño de tres años y medio que  maneja con soltura el lenguaje verbal, “ya sabe” que cuando la madre dice “me voy a trabajar” tiene todo el sentido que le ha venido dando con muchas palabras llenas de significado durante esos tres años.

En busca de la propia verdad

La verdad siempre va precedida de la palabra “yo”. Porque la verdad es personal, responde a lo que me pasa, lo que siento, lo que deseo. No es una opinión, ni está supeditada a lo correcto o incorrecto.

Los niños están tan cerca de nuestro corazón, tan unidos a la verdad íntima, que se convierten en traductores exactos. Vale la pena prestarles atención, o al menos hacernos las preguntas pertinentes. Sólo sabiendo qué es lo que nos pasa, estaremos en condiciones de narrar nuestra verdad a nuestros hijos.

La verdad y la intimidad

La verdad siempre hace referencia a nuestra intimidad, es decir al interior de nuestro mundo emocional. Es la instancia que desnuda las emociones: el amor, el rechazo, el miedo, la alegría, la nobleza, la pasión, la rabia, la angustia, el dolor, la esperanza. La intimidad no se refiere a las prácticas sexuales, ni a la vida cotidiana como el hecho de trabajar, estudiar, comer, dormir, pasear o relacionarse con otros.

¿Pero qué tienen que ver los niños con nuestras íntimas verdades? Comprenderemos la profunda relación entre los pequeños y los adultos, si tomamos en cuenta que los niños pequeños son seres fusionales, es decir que viven dentro del mundo emocional de las personas que los crían. Cuando son muy pequeños, viven fusionados a la emocionalidad de la madre o de la persona maternante, y en la medida que van creciendo y van entrando en relación con otras personas (padre, hermanos, abuelos, maestras, amigos) se fusionan también con los mundos emocionales de los demás. Es decir, que indefectiblemente hacen parte del territorio afectivo de quienes los rodean. 

La verdad es liberadora y aporta confianza

Por eso, aquello que nos sucede, les pertenece. También les pertenece lo que nos ha sucedido en el pasado, porque para nuestra organización emocional, el tiempo no existe. Si hemos experimentado situaciones dolorosas incluso durante nuestra infancia, hoy en día vibran aún en nuestro interior. Y es eso, justamente eso, lo que el niño vive como propio. Así las cosas, el niño merece comprender eso que siente como una evidencia. Nuestras palabras no van a traerle ninguna noticia reveladora, simplemente van a confirmar lo que el niño ya sabía. Y eso es increíblemente liberador, además de aportarle mucha confianza; porque el niño constata que lo que siente y lo que los adultos nombran, coincide. Comprendamos que el niño está completamente involucrado en nuestra vida personal, por lo tanto, no podemos tratarlo cono si fuera un extraño. El niño tiene derecho a saber al menos, lo que nosotros mismos hemos logrado comprender.

Laura Gutman

Duelo Musical

Un duelo musical entre Animal (el baterista de los muppets) y Harry Belafonte


miércoles, 12 de noviembre de 2008

¿Qué Juguete Comprar a Nuestros Hijos?

 
1. ¿Este juguete es adecuado a la edad del niño/a?
2. ¿Le interesa lo suficiente como para jugar con él una y otra vez? ¿Por varios minutos o incluso durante una hora? 
3. ¿Está bien construido? ¿Respeta el entorno? ¿Durará mucho tiempo? ¿se puede reparar? 
4. ¿El niño/a utilizará su imaginación cuando juegue con él? 
5. ¿Se sentirá satisfecho al usar este juguete? 
6. ¿Puede el juguete crecer con el niño/a? 
7. ¿Puede el niño/a usar el juguete de formas diferentes?¿Puede tener múltiples usos? 
8. ¿Ayudará al niño a jugar con otros niños y niñas de forma cooperativa y a buscar soluciones donde todos ganen en caso de conflicto? 
9. ¿Ayudará al niño/a a tener confianza en las otras personas, respetando sus diferencias étnicas, culturales y a valorar la naturaleza? ¿Ayudará al niño/a a no reproducir estereotipos sexistas? 
10. . ¿Guardaría este juguete siempre, para que mis posibles nietos jueguen con él? 

De todas formas, si después de que se hayan hecho todas las preguntas continúan con dudas, pueden enviarnos un mail e intentaremos, en la medida de nuestras posibilidades y experiencia, asesorarlas. Eso sí, por estas fechas vamos bastante atareados y tardamos un poco en contestar.  
juanita@estimulartebebe.com

domingo, 9 de noviembre de 2008

EN EL VIENTRE MATERNO


En el vientre materno es un documental realizado por la National Geographic utilizando animación por computador e imágenes reales. Es precioso, no os lo perdáis..

Podéis verlo completo aqui 
O lo podeis ver en  YouTube
(1ª parte de 11)

jueves, 6 de noviembre de 2008

2 minutos y 55 segundos

Aún no paro de “sonreír”…..por que si río pueden venir mis hijos y decirme: “Estas pintada”!!!!

sábado, 1 de noviembre de 2008

Pataletas Frecuentes

Ante las pataletas frecuentes, los padres deberían formularse las siguientes preguntas:

1. ¿Tiene el niño bastantes oportunidades de jugar, con libertad, al aire libre, en un sitio donde los padres no deben estar pendientes de él, y donde haya objetos que puedan arrastrar y de los que pueda tirar o a los cuales trepar?

2. Dentro de la casa ¿tiene suficientes juguetes y objetos domésticos, con los cuales jugar, está la casa acondicionada como para que los padres no deban prohibirle tocar cosas?

3. ¿Los padres lo inducen, sin advertirlo a armar alboroto, diciéndole que se coloque la camisa, en lugar de ponérsela sin hacer comentarios, preguntándole si desea ir al baño, en vez de llevarlo allí?

4. Cuando es necesario interrumpir su juego, para ir a comer, ¿lo frustran en forma directa, o atraen su atención sobre ello como algo agradable?

5. Cuando los padres ven que la tormenta se acerca, ¿lo enfrentan de modo directo, con severidad, o lo distraen con alguna otra cosa?

Una rabieta de vez en cuando puede ser llevadera y es sano que los hijos expresen su enfado. Sin embargo,  una pataleta detrás de otra es un infierno para la familia, tanto para los padres como para los hijos. Muchas de las rabietas de nuestros hijos podrían evitarse si lográramos ponernos en su lugar, conectándonos más con sus sentimientos y emociones, aceptándolos, y teniendo en cuenta el contexto en que se producen.

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Fuente: Bebes de alta demanda